No money, no works.

Porriño sigue avanzando. Ese sería un titular que podría adornar el cartel de estas obras de humanización. El caso es que a pesar de hacerlo, vamos muy por debajo del nivel de mejora que se le debe exigir a un ayuntamiento que genera semejante actividad industrial.

Está muy claro que se heredó una situación económico-financiera desastrosa, pero eso ya fue en 2003, hubo tiempo suficiente para sino subsanar, corregir los déficits de ingresos por partidas impositivas. La no revisión (por omisión del responsable, el alcalde) de la actualización catastral que data de 1987 es una pequeña muestra. Luego pasará lo que en Cangas, llegará un momento en el que haya que hacerla y los incrementos serán bestiales, derivados de su no actualización durante (por lo de ahora) 21 años.

Pero sin duda alguna, lo más preocupante y flagrante es la actitud hacia las canteras, que a pesar de mover unas cifras de negocio y beneficios enormes, las tasas que dejan en el consistorio por la explotación de esos terrenos (que aun siguen en litigio) son irrisorias, y por las informaciones que disponemos son inferiores a 1€ por m2 de explotación.

Con actitudes como estas queda claro que Porriño necesitará mucho tiempo para recuperarse, y más aun para seguir llevando a cabo proyectos para la ciudadanía que de haber adecuado estas tasas hoy serían muchas más las actuaciones tanto en marcha como ya ejecutadas. Y sí , ahora estamos en crisis y a nadie le gusta hablar de impuestos, pero en 2003? y en 2004? y en 2005? y en 2006? y en 2007?

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