A día de hoy tenemos pleno conocimiento de que la nueva estación de ferrocarril de Vigo vendrá incorporada con un hotelito de veinte plantas, unas galerías comerciales y un supermajo periscopio para proyectar imágenes de la ría sobre los andenes. Y esto es todo lo que sabemos de su utilidad como estación de pasajeros: que tendrá andenes.

Según el alcalde de Vigo, Abel Caballero, la posibilidad de que esta tenga acceso directo a la autopista y acoja además una nueva estación de autobuses (cosas necesarias a juicio de cualquiera), es algo de lo que se hablará cuando la Xunta ponga dinero encima de la mesa. Bravo señor alcalde. La Xunta pasa del tema y usted como primer ciudadano de Vigo y su mancomunidad se lava las manos. Repito, bravo, lo importante será el hotel entonces.

Intermodalidad, reducción de la congestión en las ciudades, menos dependencia de los combustibles fósiles..., los políticos se recrean permanentemenete en conceptos como estos, olvidando que su función es la de unos poner presupuesto y otros exigir plazos para la consecución de tales objetivos. Te llames alcalde o te llames Xunta.

Impresentable parece el hecho de que las nueva estación no tenga acceso a la plataforma convencional, para así facilitar el trasbordo desde el tren de cercanías al AVE. Según parece la estación que están construyendo en Guixar ya no será provisional y los usuarios de un futuro servicio de cercanías tendrán que hacer la pateada entre el Arenal y Urzaiz para realizar trasbordos. Todo por recuperar la actual vía Teis-Chapela para hacer una senda verde y quedar guay con algunos de sus electores.





Del coche oficial al vuelo charter, del vuelo charter al taxi, del taxi al coche oficial...

Viva la intermodalidad señor Caballero!

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