Una buena campaña de marketing requiere de buenos ingredientes y, además, de una excelente combinación de los mismos. Y el equipo de Mariano Rajoy lo tiene claro. La idea: Allá donde viene de gobernar el PSOE es una auténtica ruína, una campiña sobreexplotada que parece ya no servir para dar ningún fruto y que precisa de una auditoría de cuentas. El precio se avisa de antemano, hay que propinar una buena receta de austeridad, por tanto aquellas administraciones que pasen a manos del PP afrontarán recortes presupuestarios.

El canal promocional viene dado por medios de comunicación de masas, sea prensa, radio o televisión; especialmente aquellos que se entiende como afines al PP y a la alternativa al PSOE que ahora lidera Mariano Rajoy. El lugar o plaza es muy concreto: Marzo de 2012, en cualquiera que sea su colegio electoral.

Una buena campaña de marketing puede ser honesta y ética, siempre y cuando busque, de una forma lineal, comunicar y seducir ante la existencia de una buena idea. Yo no dudo que los recortes presupuestarios puedan ser una buena idea en determinadas administraciones (que hayan estado gobernadas por el PSOE o por cualquier partido político), pero me pregunto si son estrictamente necesarios y si recaerán en cuestiones de gasto social o en inversones.

En caso de que todo esto sea aclarado a la opinión pública, también me pregunto en que condiciones de reputabilidad deja el PP de Mariano Rajoy a los interventores de las cuentas municipales en caso de que se insista en soltar cierto tufillo a presuntas irregularidades por parte de los respectivos gobiernos, autonómicos o municipales, del PSOE.

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