Hace ya cierto tiempo que la economía comenzó a ralentizarse y hace ya cierto tiempo que sufrimos el pinchazo financiero. Por ello, aunque lo segundo tuviese un componente sorpresa y un componente externo importantes, de lo primero no podemos decir lo mismo.
No termina de asombrarme la falta de perpectiva y de enfoque que muestra el gobierno español ante esta tesitura. No hablo del análisis, ni de la descripción, ni de las predicciones que serán más acertadas o menos; pues esto no es tarea de un gobierno. Yo hablo de la política con creces, la de gestión de una crisis y la de transformación de un modelo productivo obsoleto.
Claro que para lo segundo también se necesita del compromiso de la clase industrial, de los cuales solo parece importante la vieja retórica de los recortes sociales y la competitividad. Si el goberno fuera de derechas pues oye, tendría su lógica, pero es que así no darían con el quiz de la cuestión pues los problemas son de otra índole.
Sin embargo, repito, como aquellos signos de desaceleración previos al Septiembre negro de 2008 no pueden tener la consideración de sorprendentes, al contrario que esto último; no es excusa el hecho de que el programa electoral del gobierno estuviera basado en la modernización del sector productivo en un contexto de crecimiento económico, para estar improvisando trimestre tras trimestre mientras vemos que la tasa de paro EPA se acerca peligrosamente al 20%, y aún con mucha prestación por desempleo pendiente de finiquitar.
2 comentarios:
¿Inda estades caíndo agora da burra?
Tamén che digo que dunha crise só se sae co pulodo sector privado que ten só que ser apoiado polo goberno sentando oportunidades e protección a determinados sectores.
JMBM
No creo que se esté cayendo de ninguna burra, puesto que es el primer artículo en el que se trata explícitamente de política económica nacional.
Sobre lo de la iniciativa privada..., un poco de coherencia. Si lo que quieres decir es que los ingresos del estado han de usarse para apoyarla, me parece cuestionable pero correcto, si lo que pretendes es reducir el tamaño del estado pero sin renunciar a que este apoye a sectores privados..., no creo que sea lo más coherente.
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