Sucede con frecuencia que aquellos personajes que defienden la contención salarial y los recortes en el estado del bienestar no dependan única y exclusivamente de una nómina por valor de mil Euros. En cualquier caso las posiciones económicas de derechas son una opción ideológica tan respetable como las que no.
Sin embargo, el representante de la patronal debería ser más honesto y no tratar de confundir a la opinión pública entre lo que es de interés general, competencia de la política del gobierno, y lo que es del interés particular de la alta clase empresarial.
La contención salarial es válida en un contexto de inflación elevada y no en un contexto de estancamiento como el que vivimos, habida cuenta de que los salarios se actualizan conforme la subida del IPC y nunca en mayor medida.
Por ello bastante tenemos con el tipo de reforma laboral que se nos está colando como única e indiscutible como para que se nos empiece a cuestionar el tema de los salarios, indispensables para mantener la demanda interna.
Y si la preocupación es la competitividad en los mercados exteriores mejor será adoptar una postura más innovadora, pensando en estrategias comerciales más propias de países avanzados que de naciones emergentes. En mi opinión la política fiscal debería, eso si, favorecer la inversión empresarial y los márgenes de competitividad de nuestros sectores.
Sin embargo, el representante de la patronal debería ser más honesto y no tratar de confundir a la opinión pública entre lo que es de interés general, competencia de la política del gobierno, y lo que es del interés particular de la alta clase empresarial.
La contención salarial es válida en un contexto de inflación elevada y no en un contexto de estancamiento como el que vivimos, habida cuenta de que los salarios se actualizan conforme la subida del IPC y nunca en mayor medida.
Por ello bastante tenemos con el tipo de reforma laboral que se nos está colando como única e indiscutible como para que se nos empiece a cuestionar el tema de los salarios, indispensables para mantener la demanda interna.
Y si la preocupación es la competitividad en los mercados exteriores mejor será adoptar una postura más innovadora, pensando en estrategias comerciales más propias de países avanzados que de naciones emergentes. En mi opinión la política fiscal debería, eso si, favorecer la inversión empresarial y los márgenes de competitividad de nuestros sectores.
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