IdeP, CxP, PP, alcalde... ¡Y ahora también diputado!

El almirante Nelson Santos I de Porriño flamante diputado provincial. El exbanquero vuelve a demostrar su sed de poder. Tras las conocidas víctimas que ya fue dejando en la vida política local en los últimos años, ahora, una vez investido alcalde por la gracia de Di, ruego disculpen el desliz me vienen a la mente épocas pretéritas, ha logrado otro cargo que desempeñará junto al que ostenta en el consistorio de populist regidor municipal.

Segun rezan los diarios de hoy, el acuerdo se tomó por sorpresa a última hora, al darse cuenta Manuel Carrera, actual concejal de vías y obras 24/7, que su ardua e intensa labor en esta concejalía no le dejaría tiempo material para dedicarse a ser diputado, por lo que Nelson en el descuento logra añadirse otro sueldo y cargo más, ya que como alcalde le sobra el tiempo entre foto y programa de Ana Rosa para poder dedicarse a ir a Pontevedra a saludar a su amigo Louzán y ya puestos pues cobrar por ello. Carrera vuelve a demostrar una vez más su nulo carácter siendo pisoteado de nuevo, algo que a servidor no le extraña, Nelson Santos sube un escalafón más, y ya saben, el primero del partido que abra la boca correrá la misma suerte que han tenido otros en el pasado, o conmigo o contra mí.

Entre los asuntos que tratarán en los plenos de la dipputación, no sabemos si despacharán el serio problema de Panadería Las Mercedes, un lugar, que se dice que que la cúpula de los populares pontevedreses conocen bien, y sellan con manjares y whiskeys los pactos entre bambalinas, y que en los útimos días anunció su cierre (por la nefasta gestión) mientras los operarios se quedan en la calle sin haber cobrado las 6 últimas nóminas. Imaginamos que el superalmirante seguirá su labor de fotos y cartas para conseguir empleo a los empleados como hizo con el padre de familia y acaparó la atención de la prensa durante la última semana, en un ejercicio de populismo (gracias en primera instancia al Faro de Vigo) que repugna. Pues no sabemos qué pensarán todos los que están haciendo cola en el INEM viviendo el mismo drama, y que no tendrán la misma atención del alcalde, pero quizá ahora mismo estén desempolvando un folio, un sobre y un papel.

Populismo, despotismo y poder... mala conjunción.

Las relaciones que se establezcan entre PP, PSOE, IU y cualquier otro partido político; ya sea en el parlamento de Extremadura o en los correspondientes ayuntamientos deberían quedarse en Extremadura y en tales ayuntamientos. Desde mi punto de vista, lo sano en una democracia es que cada situación se valore en su justa medida. Lo coherente en una formación que predica el federalismo es que se respete la postura que cada federación, en este caso la de Extremadura, tenga a convenir.

En estrategia política todo vale. Está claro que el objetivo es recuperar la marca IU de cara a unas elecciones generales ya cercanas. Desde el frentismo de la izquierda, lo cual propicia alianzas con el PSOE, hasta la pinza con el PP, tan efectiva en los tiempos de Julio Anguita, cualquier decisión ha de ser coherente con el contexto de unas elecciones autonómicas y municipales de 2011 que no dejan lugar a dudas: el pueblo ha lanzado un mensaje de castigo al PSOE.

En mi opinión, lo más equilibrado sería dejar que cada ayuntamiento decidiese lo más correcto, sin menoscabo de que el acceso al poder del PP no deje de suponer nada más allá que la necesaria alternancia en una democracia ávida de honestidad como la española.

Por su parte, en relación a la investidura en el parlamento de Extremadura, poner encima de la mesa una opción de apoyo al socialista Guillermo Fernández Vara pero a un buen precio para la formación de un sustancioso gobierno de coalición entre el IU y el PSOE.

Lo mejor sería que la dirección federal del bueno de Cayo Lara sita en Madrid se dedicase a lo que se tiene que dedicar, que no es otra que preparar el camino para las elecciones generales, haciendo pinza con el PP, frentismo de izquierdas con el PSOE, o de llanero solitario. Pero conviene recordar que la historia nos dice que a IU le va muy mal cuando se deja ver como una sucursal del PSOE.

O despotismo no Porriño



"Todos los hombres que no tienen nada importante que decir hablan a gritos."

Enrique Jardiel Poncela (1901-1952)

O Real Club Celta de Vigo, o celtiña, comeza hoxe mesmo a fase de ascenso á Primera División ou Liga BBVA, chámenlle coma queiran. O certo é que se espera unha entrada inédita en Balaídos dende que o equipo disputou o ano pasado os cuartos de final da Copa del Rey fronte o Atlético.

Neste blog desexamos que todo vaia ben e que, coa pena de non poder ter máis equipos galegos na Liga BBVA, o Celta sexa o representante do fútbol galego na máxima categoría nacional.

Os asíduos a Balaídos critican a voz viva o pouco apoio por parte da afección. Que somentes se moviliza nos momentos dulces. A verdade que razóns non faltan, moitas veces temos a sensación de que o Celta non chega a ser profeta na súa propia terra, que o estadio somentes ten vida cando veñen a xogar Real Madrid, Barça, Atlético, Valencia ou Athlétic; e que a grada nunca queda muda cando algún deses equipos logra meter un goliño na portería celeste.

Sen embargo, entre os dous extremos nos encontramos a maioría da afección. O Celta reflexa un problema de mentalidade a nivel industrial e político que non resulta, dende o meu punto de vista, aislado.

O fútbol é un negocio, onde se ofrece un espectáculo e, supostamente unha serie de servizos para desfrute do afeccionado. Dese negocio viven os clubes e viven uns profesionais do deporte que, por certo, están demasiado ben pagados. ¿Porqué o afeccionado ten que comportarse coma se fose o único que non mirase polo seu bolsillo?

O fútbol tamén xenera economías máis alá do que ingresa o propio clube, coma pode ser, por exemplo, a hostelería da zona onde se ubique o estadio ou a cadea de valor que relacionada coa venta de camisetas e outros artículos en tendas e grandes almacéns.
Existen moitísimas cousas que se poden facer para implicar máis o fútbol no desenrolo dunha vila ou dunha cidade.

Pero todo debe comenzar polo que lle ofreces o afeccionado propiamente dito. ¿Compensa pagar un abono ou unha entrada para ver a un equipo
nunhas instalacións que literalmente se caen a cachos e que carecen de calqueira tipo de servizos para o afeccionado? ¿Un producto que existe únicamente entre o pitido inicial e o pitido final, sen máis valor que o que aconteza no terreo de xogo? ¿Que filosofía, que idea de clube, alguén pode resolver esta pregunta?

A moitos afeccionados pode ser que si lles compense un abono en Balaídos. Pero estes non lle poder tachar a ninguén de falta de compromiso co celtismo cando o primeiro en deixar tal cuestión de lado son o propio clube e máis as administracións. Se por amor ó arte é, prefiro ir a ver un torneo de xuvenís no pabellón da vila. Ofréceme un producto atractivo, entón pagarei por el, namentres seguirei mirando o Celta na barra dalgún bar.


Una buena campaña de marketing requiere de buenos ingredientes y, además, de una excelente combinación de los mismos. Y el equipo de Mariano Rajoy lo tiene claro. La idea: Allá donde viene de gobernar el PSOE es una auténtica ruína, una campiña sobreexplotada que parece ya no servir para dar ningún fruto y que precisa de una auditoría de cuentas. El precio se avisa de antemano, hay que propinar una buena receta de austeridad, por tanto aquellas administraciones que pasen a manos del PP afrontarán recortes presupuestarios.

El canal promocional viene dado por medios de comunicación de masas, sea prensa, radio o televisión; especialmente aquellos que se entiende como afines al PP y a la alternativa al PSOE que ahora lidera Mariano Rajoy. El lugar o plaza es muy concreto: Marzo de 2012, en cualquiera que sea su colegio electoral.

Una buena campaña de marketing puede ser honesta y ética, siempre y cuando busque, de una forma lineal, comunicar y seducir ante la existencia de una buena idea. Yo no dudo que los recortes presupuestarios puedan ser una buena idea en determinadas administraciones (que hayan estado gobernadas por el PSOE o por cualquier partido político), pero me pregunto si son estrictamente necesarios y si recaerán en cuestiones de gasto social o en inversones.

En caso de que todo esto sea aclarado a la opinión pública, también me pregunto en que condiciones de reputabilidad deja el PP de Mariano Rajoy a los interventores de las cuentas municipales en caso de que se insista en soltar cierto tufillo a presuntas irregularidades por parte de los respectivos gobiernos, autonómicos o municipales, del PSOE.